Los libros contienen una amplia gama de materiales orgánicos como el papel, las pieles, el pergamino, las telas, los adhesivos, etc. Por la naturaleza de la composición química de estos materiales, compuestos de un complejo de polímeros moleculares, envejecen y se deterioran hasta que se rompen sus cadenas moleculares. Este fenómeno, aunado a factores externos y provocados por el hombre (condiciones de uso y almacenaje), aceleran en mayor medida su deterioro. Por tanto, es fundamental controlar los factores externos que aceleran su degración.
En las imágenes pordemos observar diversos ejemplos de deterioro del lomo de un libro antiguo que, debido al paso del tiempo y la manipulación, ha sufrido pérdidas, desprendimientos, abrasiones, etc. El lomo es uno de los elementos mayormente afectados de un libro, ya que normalmente extraemos los ejemplares de un estante a partir de la parte superior del lomo, de ahí su deterioro.
Los libros deben ordenarse en las estanterías sin llegar a comprimirlos. Tampoco debemos extraerlos desde la parte superior del lomo, ya que acabará por romperse, afectando finalmente a los planos, la cartera y el cuerpo interior del libro (las páginas).
En las imágenes pordemos observar diversos ejemplos de deterioro del lomo de un libro antiguo que, debido al paso del tiempo y la manipulación, ha sufrido pérdidas, desprendimientos, abrasiones, etc. El lomo es uno de los elementos mayormente afectados de un libro, ya que normalmente extraemos los ejemplares de un estante a partir de la parte superior del lomo, de ahí su deterioro.
Los libros deben ordenarse en las estanterías sin llegar a comprimirlos. Tampoco debemos extraerlos desde la parte superior del lomo, ya que acabará por romperse, afectando finalmente a los planos, la cartera y el cuerpo interior del libro (las páginas).
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