Bajo
los árboles, bajo los bejucos, sufriendo, llegaron los Itzaes (culebras)
guiados por Zamná (Rocío del Cielo),
quienes emigraron del sudeste.
Zamná
era un sacerdote maestro de su raza. Había inventado el idioma y escritura
jeroglífica; había escrito libros (códices); había enseñado a sus hombres el
culto de los astros y el conocimiento de todas las ciencias, y había dado
nombre a todas las regiones. Él había fundado Izamal y T'Hó que,
misteriosamente había abandonado para ir en pos de nuevas tierras.